Descripción
Sonido
Tras ya una semana de pequeñas escuchas y adaptación y de funcionamiento, era el momento de evaluar el producto más concienzudamente. Los primeros detalles que más llaman la atención de este previo de fono XP-15 son dos, neutralidad y resolución. En cuanto al primer aspecto, queda patente que desde el momento en que escuchamos cualquier tipo de género musical el previo se comporta de modo preciso. Bandas sonoras, discos de jazz, rock, pop, clásica… en todo momento la música suena como es, el aparato no “implica” ningún tipo de personalidad, la deja fluir libremente sin homogeneidad alguna, con una total y absoluta ausencia de color. Algo bastante complicado en previos de fono, especialmente a este nivel de precios, donde siempre hay cierto sello sónico patente que al final puede gustar o no, pero que no me cabe duda homogeniza y “falsea” en pro de una escucha más afín a los gustos del oyente.
Respecto al segundo aspecto, su nivel de resolución es algo apoteósico, especialmente en instrumentos donde existe una gran abundancia de harmónicos –conciertos para piano, voces, guitarras…-. Es simplemente alucinante cómo el sonido transmite una cantidad de información que nunca antes con mi cápsula había sido capaz de detectar en un previo de fono de estado sólido en casa e -insisto- menos a este precio. Quizá este sea el aspecto que más me ha gustado y que más me ha enganchado a este aparato, creando una relación oyente/sistema total y absolutamente complementaria y adictiva. Es un gusto oír la música con tanta resolución y de un modo tan desenfadado y natural.
Definitivamente la neutralidad que ofrece, hace que en todas las frecuencias el sonido tenga el mismo peso, así pues los medios están en su justa medida, sin exageraciones, con una capacidad de ofrecer todo tipo de texturas y mucha resolución. Altas dosis de adicción y sedosidad en sus medios.
En cuanto a la parte baja, quiero destacar que es muy posiblemente la más delicada en un componente de alta gama y es aquí donde más me ha gustado el Pass. Contundencia y control dentro de un marco de absoluta discriminación de las diferentes notas musicales, ofreciendo así unos cimientos a la melodía excepcionales y -de nuevo- una capacidad resolutiva genial.